Si se sienta en la sala de espera de un centro de salud en España, es probable que vea un cartel del “calendario de vacunación sistemática a lo largo de la vida”, conocido informalmente como el calendario para toda la vida. Como su nombre indica, el objetivo de España es extender la protección contra las enfermedades prevenibles a todos los grupos de edad de la población.
Resumen del artículo:
- La confianza en los profesionales sanitarios y el uso de las vacunas recomendadas son altos en España
- El calendario de vacunación sistemática, establecido a escala nacional y administrado por las comunidades/ciudades autónomas, adopta un enfoque que abarca toda la vida.
- En el marco de su Presidencia de la UE, que comenzó el 1 de julio, España acogerá una reunión sobre “el refuerzo de la inmunización a lo largo de la vida tras la vacunación con COVID-19”.
- El actual presidente de la AEV (Asociación Española de Vacunología) propone para avanzar, más transparencia en la toma de decisiones y que las recomendaciones se traduzcan en políticas
- Un nuevo Registro Nacional de Vacunación, SIVAMIN, podría estar operativo a partir de 2025
El 2023 ha sido un año de múltiples avances para el calendario de vacunación en España. El calendario actualizado incluye ahora la vacuna meningocócica B a los 2, 4 y 12 meses; la vacunación contra el VPH para niños a los 12 años además de niñas; la vacunación contra la gripe para niños (de 6 meses a 5 años); y la vacuna contra el herpes zóster (culebrilla) para personas a partir de los 65 años.
“La inmunización a lo largo de la vida es necesaria debido a la elevada carga de las enfermedades diana, como la gripe y el neumococo, entre otras”, explica Carmen Olmedo, del Programa de Vacunación del Ministerio de Sanidad. “Disponer de un calendario que abarque toda la vida es esencial para garantizar una población inmunizada en todos los grupos de edad, especialmente en la población anciana, que es más vulnerable”.
Desde los lactantes hasta los adolescentes, y desde las mujeres embarazadas hasta las personas mayores, España está dando prioridad a la prevención. Pero ¿ha calado ya el mensaje? “Hasta ahora, la cobertura es menor en la población adulta y anciana, por lo que un aspecto a mejorar es la sensibilización de los profesionales sanitarios”, afirma Olmedo.
Los expertos apuntan avances en este campo. “Aún no hemos llegado a ese punto, pero estamos viendo avances, paso a paso”, afirma el Dr. Jaime Pérez, Presidente de la Asociación Española de Vacunología. “Se está formando al personal de enfermería y otros profesionales, hay carteles en todas las clínicas y se ha elaborado material de comunicación”.
Aunque en España el calendario de vacunación pediátrica está muy consolidado, con altos niveles de confianza en pediatras y enfermeras pediátricas, se está produciendo un cambio cultural para extenderlo a toda la población.
A semejanza de las consultas de “niños sanos” que ofrecen gratuitamente los pediatras, el Dr. Pérez espera que se realicen revisiones similares a las personas mayores, lo que brindaría la oportunidad de administrar vacunas rutinarias como la de la gripe y la neumocócica. “La gente en España confía en su médico y en su enfermera; cuanto más lleguemos a los profesionales sanitarios, más posibilidades tendremos de llegar al público en general”.
Pedro Carrascal, Director de la Plataforma Española de Organizaciones de Pacientes, afirma que las personas que viven con enfermedades crónicas son cada vez más conscientes del papel de la vacunación para mantenerse sanas, pero es necesario actuar más para conectar a los pacientes con la información y los servicios. “Una de las lecciones de la pandemia de COVID-19 fue que las vacunas son importantes para los pacientes con enfermedades crónicas”, afirma. “Ahora necesitamos información personalizada y estratificada para los pacientes, con el fin de reforzar este mensaje para otras vacunas, como la de la gripe, y hacer saber a la gente dónde vacunarse”.
Transparencia en la toma de decisiones y acceso a las vacunas
Visto desde fuera, el sistema de vacunación español puede parecer complejo. Sin embargo, la aceptación de las vacunas infantiles es en general excelente y las tasas de vacunación contra la gripe son superiores a las de muchos países europeos, aunque no se alcance el objetivo de vacunar al 75% de las personas mayores. El libre acceso a las vacunas aprobadas por los organismos reguladores europeos puede ser más lento que en otras partes de la UE. Por ejemplo, en España el reembolso de las nuevas vacunas es relativamente más lento que en Alemania, donde el proceso se acelera.
Como país muy descentralizado, las comunidades y ciudades autónomas de España tienen la responsabilidad última de cumplir con sus calendarios de vacunación regionales, derivados del calendario de inmunización para toda la vida, y aplicar los programas de inmunización. Esto puede dar lugar a algunas diferencias en el acceso a las vacunas de una comunidad a otra. Por ejemplo, algunas comunidades autónomas disponen de vacunación escolar para adolescentes, pero la mayoría no.
En la práctica, sin embargo, la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones desempeña un papel importante en las decisiones clave. Este grupo incluye a expertos y funcionarios de toda España responsables de los programas regionales de vacunación. Sus recomendaciones van a una Comisión de Salud Pública que establece la política nacional sobre la incorporación de nuevas vacunas a la lista de inmunizaciones gratuitas. A continuación, corresponde a las regiones llevarla a cabo.
“La toma de decisiones y su aplicación llevan tiempo”, afirma el Dr. Pérez. “Pueden pasar años desde la recomendación de la Ponencia hasta que una nueva vacuna está cubierta por el sistema. Esto debería ser más rápido, aunque desde la pandemia de COVID-19 se ha acelerado el proceso”. Por ejemplo, después de que la Ponencia recomendara la introducción de vacunas antigripales para niños, la Comisión tardó varios meses en aprobarla. El Dr. Pérez pidió una mayor transparencia sobre el trabajo de la Ponencia, incluidas sus recomendaciones a la Comisión, y sobre el calendario de trabajo de la Comisión.
Desarrollo de vacunas y datos
En abril, con motivo de la Semana Europea de la Inmunización, promovida por la Asociación Española de Vacunología (AEV) junto con el Grupo de Trabajo de Vacunas de Farmaindustria, el Dr. Pérez presidió en Madrid, en la Academia Nacional de Medicina, un acto en el que se analizó el futuro de la inmunización en España. Entre los temas debatidos se encontraba el potencial de España para desarrollar nuevas vacunas y recopilar sus propios datos de eficacia vacunal.
“Tenemos los conocimientos, pero no la capacidad de unir a los distintos actores para desarrollar realmente una vacuna desde el laboratorio hasta el brazo de la persona”, explica. El Ministerio señala que existen colaboraciones público-privadas que pueden ayudar a avanzar en este campo, aunque funcionan a nivel regional.
En cuanto a la recopilación de datos, España ha producido datos de eficacia sobre las vacunas COVID-19, la vacunación contra la viruela del mono y para la vacuna contra la meningitis B. “Lo que nos faltan son recursos humanos para poder hacerlo de una forma sistemática que nos permita evaluar nuestros programas basándonos no sólo en la aceptación de las vacunas, sino también en la reducción de las enfermedades”, afirma el Dr. Pérez. España está trabajando actualmente en un registro nacional de inmunización, conocido como SIVAMIN. A partir de 2025, los datos nacionales estarán disponibles casi en “tiempo real”.
España mantiene la vacunación ” a lo largo de toda la vida” en la agenda de la UE
Ahora que España asume la Presidencia semestral de la UE, pretende mantener la vacunación en la agenda. En diciembre de 2022, los Ministros de Sanidad de toda la UE, encabezados por la Presidencia checa, acordaron reforzar la vacunación de personas de todas las edades.
En los próximos meses, España acogerá una reunión presencial titulada “Fortalecimiento de la inmunización a lo largo de la vida tras la vacunación con COVID-19” para ayudar a mantener el impulso en este importante tema.
Esto refleja un esfuerzo más amplio en la propia España para construir el ecosistema de vacunación y adoptar un enfoque de ciclo de vida con la participación de todas las partes interesadas. El 24 de abril se celebró en Madrid una mesa redonda para explorar los logros y las oportunidades de la vacunación en España. Los ponentes procedían de los ámbitos político, académico, sanitario, de los pacientes y de la industria.
La experiencia de España servirá de lección para algunos de sus homólogos europeos, mientras que sin duda habrá oportunidades para inspirarse en otros países que han introducido un enfoque de la vacunación a lo largo de toda la vida.
La pandemia demuestra la importancia de las vacunas para los enfermos crónicos
La Plataforma Española de Organizaciones de Pacientes representa a un amplio abanico de personas que viven con enfermedades como diabetes, cardiopatías o afecciones pulmonares, entre otras. Durante la pandemia, estos pacientes se encontraban entre los grupos prioritarios para la vacunación contra el COVID-19 debido a los elevados riesgos a los que se enfrentaban si se infectaban con el virus.
Aunque hubo problemas de comunicación en la fase inicial del programa de vacunación contra la COVID-19, el mensaje de que las vacunas son especialmente importantes para este grupo es uno de los legados de la pandemia. Pedro Carrascal, Director de la Plataforma Española de Organizaciones de Pacientes, ve oportunidades para aprender lecciones y aplicarlas a otras enfermedades prevenibles mediante vacunación.
“La pandemia ha sacado a la calle las conversaciones sobre las vacunas, mostrando la realidad de su importancia para las personas con enfermedades crónicas”, afirma. “Esto no se apreciaba antes, pero ahora hay conciencia de la necesidad de proteger a los pacientes frente a infecciones evitables”.
Las campañas de comunicación estratificadas, con información clara y adaptada a diversos grupos de pacientes, pueden aprovechar la concienciación sobre las vacunas generada en los últimos años. “A veces, los pacientes carecen de información del sistema sanitario sobre si deben vacunarse y quién les administrará las vacunas”, afirma el Sr. Carrascal. “En algunos casos, no hay suficiente información sobre vacunas específicas y si son adecuadas para determinados pacientes. Los médicos de cabecera deben estar preparados para responder a las preguntas concretas de los pacientes sobre las vacunas, mientras que los especialistas suelen centrarse más en el tratamiento de las enfermedades que en la prevención de las enfermedades infecciosas.’
Aunque la pandemia ha puesto las vacunas en la agenda de muchos pacientes, aún queda trabajo por hacer para que esto siga siendo una prioridad para los pacientes: “No hay duda de la importancia de las vacunas para las personas con enfermedades crónicas, pero tenemos que hablar más sobre las vacunas, ya que los pacientes y los profesionales sanitarios deben estar más familiarizados con ellas. La situación ha mejorado desde la pandemia, pero aún queda mucho camino por recorrer”.